Billboard nombra a "Toxic" de Britney Spears como la mejor canción de 2004.
" 'Toxic' aparentemente se ha convertido en la canción más querida universalmente de Spears, usando sus superpoderes ya establecidos (la inconfundible voz entrecortada, su presencia magnética en pantalla y su coreografía impecable) y agregando un sonido pop electrónico que puso a una leyenda que pudo haberse quedado para siempre en los años 90 a la vanguardia de la nueva década del top 40. Los resultados fueron todo menos tóxicos, pero aun así fueron definitivamente letales".