Britney Spears decidió realizar una sesión fotográfica en su casa y compartió el resultado con sus fans en Instagram.
Usando el mismo vestido que usó en 2012 para el programa X-Factor, la artista se posó frente a un fondo rojo. Las fotos fueron tomadas por Frances Iacuzzi con quien ya había trabajado anteriormente.
Iacuzzi dice: “La única persona con la que trabajé en esta sesión fue Britney. Ella me llamó para hacer una sesión de fotos, y a eso fui. No había nadie de este 'equipo', ni tampoco les hablé en ese día ni en ningún otro momento en que haya trabajado con ella. Le envié las fotos a Britney y ella las publicó. Era un día normal, y ella estaba normal. Sé que todos la aman y se preocupan por Britney, pero hay demasiadas teorías de conspiración sobre una sesión que ella quería simplemente hacer para divertirse".